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Aprendizajes Esperados
Aprendizajes Esperados
Conocer y comprender las características económicas de la Época Moderna.
Conocer y comprender los motivos y el significado del proceso de expansión de Europa.
Conocer las principales características del Renacimiento.
Comprender las causas de la ruptura de la cristiandad.
Conocer las principales características de las monarquías absolutas.
Comprender las características de la Ilustración.
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La economía de la Época Moderna
La economía de la Época Moderna
La economía de los Tiempos Modernos se caracteriza caracterizada por el auge del capitalismo comercial, sistema venía desarrollándose desde la Baja Edad Media, cuando las necesidades económicas de Occidente dieron paso a una compleja red de relaciones comerciales, locales, comarcales e internacionales, manejadas por una burguesía cada vez más poderosa, que acumuló grandes capitales, augurando el desarrollo capitalista de los siglos venideros.
Ya desde el siglo XIII, Europa experimenta una verdadera “revolución monetaria” con la acuñación de monedas de plata y de oro y tabla de valores, el florín, por ejemplo, es emitido en Florencia y el ducado en Venecia; este proceso se asocia al desarrollo de las manufacturas en las ciudades italianas, flamencas, alemanas (hansa), francesas e inglesas. Con el tiempo, a raíz de la prosperidad alcanzada por los puertos europeos de Occidente, el centro de la economía mercantil se desplaza desde el Mediterráneo hacia el Atlántico.
Como se ha explicado, la burguesía juega un rol fundamental en las transformaciones económicas descritas: el comerciante, el banquero, el armador, los empresarios de los talleres textiles, otorgan una nueva fisonomía a Occidente y el orden señorial se bate en retirada. El burgués interviene en las guerras, las financia, apoya a los monarcas con préstamos y con ello, también contribuye al colapso del régimen feudal. El campo, por su parte, colabora en forma creciente con la mano de obra necesaria en las ciudades, cuya población aumenta sostenidamente.
Los metales preciosos, que fluyen desde América, contribuyen a establecer el centro de las operaciones económicas en el sector Atlántico. El alza de los precios, producido a pesar de los trastornos monetarios en los intercambios en Europa, no afecta al comercio.
Los burgueses hacen alianzas entre sí y con los reyes y príncipes de diversos Estados. Los Médicis ayudaban a Francisco I, los Függer financian la candidatura de Carlos I al Imperio Alemán, la reina de Inglaterra reparte patente de corso a quien esté dispuesto a colaborar en el debilitamiento de la economía española, hecho que da origen una de las principales rivalidades del siglo XVI, la anglo-española.
El auge del capitalismo induce a los estados europeos a adoptar una economía de caracteres mercantilistas, para proteger sus economías nacionales.
El Mercantilismo
Bajo la premisa que la riqueza del Estado se funda en la acumulación de metales preciosos, esta doctrina estimula el comercio de manufacturas de la nación y coloca barreras aduaneras a los productos extranjeros, con el fin de proteger tanto al comercio como a la industria nacional. Con una fuerte intervención del Estado, el mercantilismo se convierte en el sistema económico adoptado por las monarquías absolutas; en efecto, el mejor ejemplo de esta forma económica es la Francia de Luis XIV; Colbert, Superintendente General de Finanzas de ese períoco, lo impulsó con tal entusiasmo que este se conoce también como Colbertismo.El Fisiocratismo
Esta doctrina emerge en el contexto de las nuevas ideas de libertad económica desarrolladas durante el siglo XVIII. Para el fisiocratismo, la tierra es la fuente generadora de riquezas, por lo que sus mentores recibieron el nombre fisiócratas (fisio, naturaleza). De acuerdo a sus postulados, la minería y la agricultura constituyen las principales actividades económicas y deben desarrollarse con absoluta libertad, sin intervención del Estado; de ahí que se los identifica con la expresión “laissez faire”. Entre sus representantes, se cuentan Quesnay,Turgot y Gournay.El Liberalismo
El economista escocés Adam Smith, considerado padre de la economía moderna, sostiene en su obra “Investigación acerca de la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones” publicada en 1776, que la fuente de la riqueza es el trabajo. Asimismo, postula que existen “leyes naturales”, como la ley de la oferta y la demanda, que ponen el equilibrio entre la producción y el consumo y entre los precios y los salarios. Según esta doctrina, debe haber plena liberta de empresa, libre cambio y libre competencia. En este marco, el Estado se abstiene de participar directamente en la economía. El rol que le cabe es, por una parte, actuar como “guardián del sistema” y por otra, preocuparse de aquello que trasciende las posibilidades de los particulares, como la defensa y las obras públicas. -
La expansión europea y la unificación de España
La expansión europea y la unificación de España
El descubrimiento de América, hecho que marcó el fin de la Edad Media y el inicio de los Tiempos Modernos, si bien fue azaroso en cuanto a la expedición de Colón y en realidad no tenía la finalidad de descubrir un nuevo continente, no fue un suceso aislado de la gran corriente de exploraciones que se había iniciado en Europa.El “Viejo Mundo” atravesaba una época de expansión que, a la larga, significó un verdadero “ensanche” del mundo. El comercio con oriente se había transformado, hacia 1450, en una de las principales actividades económicas europeas. Desde lejanas tierras, llegaban sedas, joyas y las preciadas especias (pimienta, nuez moscada, etc.), las que, además de utilizarse en la preparación de alimentos, contribuían a su preservación. Esta actividad, que involucraba grandes capitales, recibió un duro golpe en 1453, cuando los turcos otomanos se apoderaron de Constantinopla, impidiendo el paso de las caravanas. Esto obligaba a los europeos a buscar rutas alternativas, lo que debían hacer saliendo del mar Mediterráneo hacia el océano Atlántico. Esta operación, que a simple vista resulta fácil y evidente, en aquella época no era tal. De hecho, apenas se conocía la parte norte de la costa occidental del continente africano, ignorándose la real extensión de él hacia el sur. Por otra parte, las embarcaciones que se utilizaban en ese entonces no eran las adecuadas para tal propósito, y tampoco se tenían los instrumentos necesarios, que permitieran determinar la posición de las naves, una vez que cruzaran la línea del Ecuador.
Esa necesidad motivó la búsqueda de soluciones y paulatinamente, fueron ideándose nuevas técnicas de construcción naval, ampliándose el conocimiento geográfico y astronómico, e introduciéndose un sinnúmero de instrumentos, como el astrolabio, que permitía precisar la latitud, y la brújula, que indicaba la dirección.
Las naves europeas, y especialmente las portuguesas, fueron aventurándose hacia el sur del océano Atlántico. El príncipe portugués Enrique, a quien se apodó “El Navegante”, estableció en Sagres una suerte de academia naval, donde se reunía toda la información disponible y la que iban generando las distintas expediciones que se emprendían. La costa africana fue reconocida y allí se instalaban las factorías, es decir, lugares donde se realizaba un intercambio comercial con los nativos. El año 1487, Bartolomé Díaz arribó al extremo sur de África, al que bautizó como Cabo de las Tormentas, nombre que, dada la trascendencia del descubrimiento realizado, fue posteriormente cambiado por “Cabo de Buena Esperanza”. Diez años más tarde, Vasco de Gama zarpó de Lisboa para llegar, en 1498, a Calcuta, en la India.
España, desde tiempo atrás, se encontraba en la guerra de reconquista contra los musulmanes (moros), quienes habían ocupado su territorio, el que lentamente se había ido recobrando, labor en la que sobresalieron los reinos de Castilla y Aragón, aunque cada uno emprendía sus campañas por separado, incorporando los distintos reinos recuperados a sus respectivas coronas. Este mecanismo implicaba que, tarde o temprano, uno de los dos controlaría al otro para, posteriormente, emprender la campaña final.
En 1469 la princesa Isabel de Castilla contrajo matrimonio con el príncipe Fernando de Aragón. Con el tiempo, cada uno de ellos asumiría el trono de su respectivo reino y juntos concretarían la expulsión de los moros del territorio de Granada. Este matrimonio tenía una finalidad política bastante clara, puesto que el heredero, a quien correspondería asumir el trono, sería rey de ambos reinos, y también de los que dependían de ellos, teniéndose, en consecuencia, un solo monarca. La situación descrita ha sido definida como una “monarquía plural”, en la que varios territorios tienen un mismo monarca.
A inicios de 1492, cuando ambos ya habían asumido sus respectivos tronos, se concluyó la reconquista, con la rendición del reino moro de Granada. Sin embargo, los proyectos de unidad política de España tuvieron que esperar un tiempo más, debido a que la única heredera viva, la princesa Juana, había perdido la razón tras la muerte de su marido, Felipe de Habsburgo, más conocido como Felipe “El Hermoso”. Sólo en 1516, cuando Carlos, el hijo de esta pareja, cumplió la mayoría de edad requerida legalmente para asumir el trono, los españoles contaron con un rey único. De ahí la costumbre de que en sus documentos apareciese enumerado cada uno de sus reinos.
Rendición de los moros ante los reyes católicis.
Fuente: http://www.historiasiglo20.org/HE/5.htm -
El descubrimiento de América
El descubrimiento de América
Lograda la conquista de Granada, los reyes católicos, después de largas negociaciones, aceptaron el plan propuesto por Cristóbal Colón. Se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, por las cuales, el navegante obtenía grandes beneficios; entre ellos, el título de Almirante, el cargo de gobernador de las tierras descubiertas y una participación de un octavo de las ganancias de la empresa.
Colón zarpó desde el Puerto de Palos, el 3 de agosto de 1492 y llegó a la isla Guanahaní, en el archipiélago de las Bahamas o Lucayas, que él bautizó como San Salvador, el día 12 de octubre. Los reconocimientos de la zona, que Colón creía, pertenecían a tierras del Oriente, comprendieron en ese primer viaje a la isla de Cuba y La Española (Haití). Tres viajes más realizó el Almirante. En el segundo, recorrió las Antillas Menores, Puerto Rico y Jamaica; en el tercer viaje, se descubrió Trinidad y Sudamérica y en el cuarto, iniciado en 1502, la expedición exploró Centroamérica ístmica desde Honduras hasta Panamá.
En el contexto de los primeros descubrimientos, dos importantes documentos se asocian a las nuevas tierras: La Bulas Intercaeteras y el Tratado de Tordesillas.
Las Bulas Interçaeteras, dictadas por el Papa Alejandro VI en 1493, trazaban una línea de demarcación Polo a Polo a 100 leguas al occidente de las islas Azores. Los territorios al este de la línea serían para Portugal y aquellos ubicados al occidente de la misma quedarían en posesión de España. En la Bula, también se exige a los monarcas que se preocupen de la evangelización de los habitantes de los territorios descubiertos.
Sin embargo, a raíz de las protestas de los portugueses, no conformes con esta delimitación, se llegó a un acuerdo directo entre los monarcas que significó el trazado de una nueva línea, acordada en Tordesillas. Esta última, ubicada a 370 leguas al oeste de Cabo Verde, aseguraría más tarde la posesión de Brasil por parte de Portugal.
La convicción de que estos territorios no correspondían a las lejanas Indias llegó luego que Américo Vespucio (1501-1502) hiciera el levantamiento de cartas en las costas americanas, que permitieron a sabios alemanes comparar y señalar la existencia de un nuevo continente. Las tierras de Américo fue el nombre que se intentó dar a lo recién descubierto; sin embargo, para los españoles prevalecerá el nombre de Indias Occidentales.
Otros viajes de descubrimientos
-Juan Caboto, al servicio de Inglaterra descubrió Terranova en América del Norte.
-Vasco Núñez de Balboa descubrió el Mar del Sur (Océano Pacífico) en 1513 cruzando el istmo de Panamá.
-Juan Díaz de Solís descubrió el río de la Plata en 1516 buscando un paso marítimo hacia el Pacífico.
-La expedición de Magallanes-Elcano (1519-1522), descubrió el Estrecho de Todos los Santos (Magallanes), atravesó el Pacífico, llegó a las Filipinas donde encontró la muerte Hernando de Magallanes. Elcano siguió el viaje con la nave Victoria, la única de las 5 que zarparon originalmente y completó la primera vuelta al mundo.
-Pedro Álvarez Cabral llegó a las costas de Brasil en 1520, lo que permitió a los portugueses iniciar la conquista de este sector que les pertenecía desde el acuerdo de Tordesillas
-Juan Verrazano enviado por Francisco I de Francia en 1522 fue el primero en llegar al litoral de Canadá. -
El renacimiento de la cultura clásica
El renacimiento de la cultura clásica
Con el nombre de “Renacimiento” se designa a un movimiento cultural que se caracterizó por la revaloración de la cultura clásica greco-romana. Contrariamente a la cultura medieval (teocéntrica), la nueva cultura renacentista era “antropocéntrica”, preocupada más del ser humano. Por ello, también se habla del “humanismo”, pues se estudiaban los escritos “humanos”, en contraposición a las letras “sagradas”, es decir, la Biblia y otras obras religiosas.
El humanista estudiaba las obras clásicas, porque pensaba que en ellas podía encontrar una respuesta a los problemas del hombre, centro de sus preocupaciones intelectuales. Un nuevo espíritu se hacía presente, y tras él, surgieron expresiones culturales nuevas, marcadas por el individualismo. De esta época data, por ejemplo, la obra de Nicolás Maquiavello intitulada El Príncipe, en la que sostiene que el hombre y la sociedad no se rigen por principios divinos o morales, sino por las pasiones y los intereses, lo que analiza en la experiencia política de Florencia.
Contrariamente a lo que sostenían los teóricos medievales, que atribuían a la política un rol moral y colaborador de la Iglesia para alcanzar la justicia y la paz, Maquiavello afirma que su fin es el poder y que los príncipes deben usar cualquier medio para mantenerlo. De este modo, establece categóricamente la ruptura entre política y moral. En tanto el propósito central de la política es la obtención y conservación del poder, la razón de Estado es el criterio para el discernimiento constante de este propósito y por ello, es diferente y contrasta con la razón moral, ya que el Estado con sus fines propios entra necesariamente en contradicción con preceptos morales o éticos.
El desarrollo del comercio y el florecimiento de grandes fortunas generó entre los personajes acaudalados el deseo de rodearse de belleza, y por ello, se vincularon con pintores y poetas, a quienes protegieron, en calidad de mecenas. Entre los primeros, sobresalen con fuerza propia Leonardo da Vinci (quien ha sido calificado como el prototipo, el modelo, del “Hombre Universal” debido a la amplitud de sus conocimientos), Miguel Ángel (autor de innumerables obras, entre ellas, las pinturas que decoran los techos de la capilla sixtina en el Vaticano), Donatello, Rafael y Ticiano.
Por lo general, se trata de artistas que se caracterizaron por introducir innovaciones en varios aspectos técnicos, tales como la utilización de colores, luz y perspectiva, además de una preocupación por retratar en sus obras la realidad tal cual es, lo que los llevó a trascender su arte e incluso, realizar estudios anatómicos para lograr la mayor perfección posible en sus obras.
En el campo de la literatura, se destacaron autores tales como Petrarca, quien se esforzó por imitar el estilo de los autores clásicos, aunque también redactó obras en italiano; Bocaccio, el autor del Decamerón, describió en su obra los vicios y virtudes de su propia época. No solo en Italia surgieron grandes escritores. En Holanda, floreció Erasmo de Rotterdam, considerado por muchos como el más grande de los Humanistas. En sus Adagios, resume el saber antiguo de griegos y romanos. Institutio Principis Christianies la obra política donde expresa que los principios cristianos deben orientar el gobierno de los Príncipes y en Elogio de Locura, critica las prácticas corruptas de la iglesia y aboga por un retorno a la ética cristiana antigua. Además, realizó una útil edición del Nuevo Testamento con texto original griego y una versión latina.
El inglés Tomás Moro, que comparte inquietudes intelectuales y políticas con Erasmo, es otra gran figura del Humanismo. Crítico de la tiranía, es conocido por Utopía (1516), una obra en la que imagina una sociedad perfecta, en la que reinan los principios de la igualdad social, el respeto a la ley, la propiedad comunitaria, la tolerancia y la fe. Estas ideas, en las que muchos han visto gérmenes del pensamiento socialista, no se tradujeron en acciones prácticas del humanista por su concreción y Moro mantuvo su colaboración con la Monarquía Inglesa hasta que, al negarse a reconocer el matrimonio de Enrique VIII con la Ana Bolena, fue encerrado y luego condenado a muerte. Lo canonizaron en 1935.
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La Reforma
La Reforma
El mundo estaba cambiando, y la iglesia católica no pudo sustraerse a esa fuerza. La riqueza material que había acumulado con el transcurso del tiempo originó una crisis moral al interior de la institución, situación que se conjugó con una notoria decadencia del nivel intelectual y moral de sus integrantes.
Paralelamente, el papado, preocupado de la defensa de los territorios pontificios, fue perdiendo prestigio. El Papa empezó a ser considerado más como un gobernante temporal que como un pastor de la iglesia universal. De hecho, entre los años 1309 y 1378, los pontífices debieron residir en Avignon, Francia, obligados por los reyes de aquella nación.
Ver MásExistían sacerdotes y monjes que apenas sabían leer y escribir. Otros, carecían de vocación para la vida religiosa. Estas situaciones se repetían a nivel de obispos y arzobispos, verdaderos señores feudales que participaban activamente en una serie de combinaciones políticas tendientes a incrementar su poder. El papado tampoco escapó a estas situaciones. Baste recordar el caso de Alejandro VI (Rodrigo Borja o Borgia, en Italia), quien gobernó la iglesia entre 1492 y 1503, famoso por sus inclinaciones a la vida licenciosa y disipada, que incluso tuvo cuatro hijos, entre los que sobresalieron César y Lucrecia. Otro caso notorio fue el de Julio II, quien fue nombrado obispo y cardenal por su tío, el Papa Sixto IV (nepotismo). Julio II tuvo tres hijas y acumuló una gran fortuna. Se le ha acusado de haber pagado sobornos para llegar a su cargo y de haberse preocupado más de los dominios territoriales que de cuestiones de fe. A su favor se cuenta, en todo caso, la construcción de la basílica de San Pedro y el haber encargado a Miguel Ángel los frescos que decoran el techo de la Capilla Sixtina.
Roma, como centro de la unidad cristiana, era cuestionada en todas partes, y especialmente en Alemania, donde muchos arzobispos gobernaban extensos territorios. Muchas de las determinaciones adoptadas por el pontificado fueron cuestionadas – especialmente cuando se trataba de reunir fondos para la construcción de la basílica de San Pedro – entre las que incluso, se recurrió a la venta de indulgencias, lo que implicaba la posibilidad de que un pecador se librase de las penas del purgatorio, mediante el pago de cierta cantidad de dinero.
Martín Lutero, un monje agustino, que tenía serias dudas acerca de la eficacia de las obras para la salvación del alma, protestó contra estos mecanismos y contra la corrupción que campeaba en la iglesia, clavando un escrito que ha sido conocido como “las 95 tesis” en la puerta de la iglesia de la ciudad de Wittemberg.
Lutero –quien había llegado a la conclusión de que la salvación sólo era decidida por Dios, contrariamente a lo sostenido por la iglesia, es decir que esta se lograba mediante la fe y las buenas obras–, únicamente pretendía manifestarse en contra de algunas prácticas muy difundidas, pero sus pensamientos contrariaban la doctrina oficial. En 1520, fue excomulgado y más tarde, en la Dieta de Worms, se negó a retractarse, sosteniendo que solo las escrituras contenían la verdad, negando la infalibilidad papal. A pesar de que Lutero y sus seguidores fueron proscritos, se dieron a la tarea de organizar una nueva iglesia, la evangélica, que negaba toda obediencia al Papa. Esta división acarreó una serie de conflictos que solo concluyeron con la firma de la paz religiosa de Augsburgo el año 1555.
Martín Lutero, el reformador alemán
Fuente: http://www.arqnet.pt/portal/teoria/lutero_amoreira.htm
Las críticas y la posición de Lutero se difundieron por Europa. En Ginebra, un teólogo francés, Juan Calvino, empezó a sostener la idea de la predestinación. Según sus creencias, Dios creaba al hombre sabiendo que solo algunos alcanzarían la vida eterna. En la misma ciudad, logró imponer un gobierno absolutamente teocrático y caracterizado por normas de una moral casi absoluta.
En otras partes de Europa aparecían nuevas confesiones: Presbiterianos en Escocia, hugonotes (calvinistas) en Francia, y en Holanda, surgió la Iglesia Reformada Holandesa.
Juan Calvino
Fuente: http://www.antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=271
Doctrina Luterana Sacramentos Bautismo y eucaristía Origen de la fe Su único fundamento es Cristo Salvación Solo se logra por la fe Fuentes Las sagradas escrituras Autoridad Papal La desconoce Otro de los grandes reformadores, aunque no por cuestiones teológicas, fue Enrique VIII de Inglaterra, quien al ver que el Papa se negaba a autorizar su divorcio con Catalina de Aragón, la que no había podido darle un hijo varón, nombró a un nuevo arzobispo de Canterbury, quien sí se lo concedió. Acto seguido, el parlamento aprobó el Acta de Supremacía (1534), en la que se estableció que el rey era el jefe de la iglesia en Inglaterra. Posteriormente, su hija Isabel I, organizó la iglesia anglicana.
Enrique VIILa Contrarreforma
Ante la propagación de las doctrinas protestantes, la iglesia católica emprendió una suerte de programa de reformas propias. El Papa Pablo III convocó a un concilio que se realizó en Trento (1545 a 1563), en el que se acordaron varias innovaciones tendientes a mejorar la condición intelectual de sacerdotes y monjes. En él se ratificaron los dogmas y principios de la Iglesia y el valor de las obras como contribución a la salvación, se reconoció a la Vulgata como única versión autorizada de la Biblia, se reafirmó la tradición, el carácter inmutable de los sacramentos, el culto a los santos, el purgatorio, las indulgencias y la autoridad papal; se acordó también la formación de seminarios para la educación e instrucción del clero y la adopción de medidas tendientes a lograr y mantener la disciplina al interior de la Iglesia.
Paralelamente, se decidió reorganizar el Tribunal de la Inquisición, el que quedó bajo la vigilancia de la congregación del Santo Oficio. La inquisición es conocida por la forma en que trataba a los detenidos sospechosos de herejía, la que, en realidad, no difería mucho del tratamiento que se daba, en la misma época, a otros presos. Normalmente, las condenas a muerte se ejecutaban en la hoguera, donde se ataba al prisionero y se encendía una pira.
En 1559, con el fin de salvaguardar la ortodoxia de la creencias integridad moral de los creyentes, se creó el Index, listado de textos que, por contener errores morales o teológicos eran perniciosos para la fe y no debían ser leídos por los católicos.
Por otra parte, aparecieron nuevas órdenes monásticas, tales como la de los Capuchinos, y la Compañía de Jesús, creada, esta última en España, por San Ignacio de Loyola. Los jesuitas son una orden que se estructuró “militarmente”; de ahí, su nombre y que su superior sea conocido como “padre general”. Desde sus inicios, se caracterizaron por una profunda vocación religiosa e intelectual y por su famoso “cuarto voto” de obediencia incondicional al papado, el que se suma a los tres tradicionales (pobreza, obediencia y castidad).
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La formación de las monarquías absolutas
La formación de las monarquías absolutas
La “Monarquía Absoluta” es aquella forma de organización política monárquica, en la que el rey concentra en sí la totalidad de los poderes del Estado, es decir, aquellos que en nuestro sistema denominamos Ejecutivo (administración en general y aplicación de las leyes), Legislativo (dictación de las leyes) y judicial (juzgamiento de los acusados de transgredir las leyes). Por ello también se habla de “absolutismo”.
En España, el mejor ejemplo de esta tendencia lo encontramos en los reinados de Carlos I (también conocido como Carlos V, en su calidad de emperador de Alemania) y de su hijo, Felipe II.
Carlos I heredó un vastísimo territorio, que incluía a España, América, las Filipinas, Austria, Sicilia y Nápoles, a los que, en 1519, agregó el imperio alemán, cuyo trono ocupó tras resultar electo. Muchos autores lo han calificado como el último defensor de la idea imperial, debido a que trató de unir en forma efectiva todos sus dominios. Rivalizaba en poderío con el rey de Francia, y también debió enfrentar el cisma que provocó la reforma protestante. Su hijo Felipe II reinó en España, Italia, América y los países bajos, territorios a los que agregó Portugal, en 1580. Su principal interés fue fortalecer la unidad de sus dominios, por lo que personalmente se preocupó de su administración, creando un vasto aparato burocrático. Una de sus principales preocupaciones fue detener el avance del protestantismo, entablando una ardua contienda con Isabel I de Inglaterra.
En Francia, sobresalen dos reyes y un cardenal: Enrique IV, Luis XIV y Richelieu. En 1598, el primero impuso la tolerancia religiosa, a través del Edicto de Nantes. El cardenal Richelieu, como ministro de su sucesor, Luis XIII, procuró acrecentar el poder del rey y para ello, luchó contra los hugonotes (calvinistas franceses) y los nobles, a quienes reemplazó, en la administración territorial, por funcionarios conocidos como intendentes. Paralelamente, pretendía convertir a Francia en la primera potencia europea, lo que también logró debilitando a Austria y participando en la denominada Guerra de los 30 años, cuyo resultado implicó la declinación de Alemania.
Todos estos elementos confluyen en la persona de Luis XIV, quien perfectamente puede ser designado como el máximo representante del absolutismo, tanto así que se asegura que en una oportunidad expresó “El Estado soy yo”. El apodo que recibía, también es demostrativo de su poder: “el rey sol”.
Como gobernante, Luis XIV creó un aparato administrativo que lo llevó a acrecentar su poder, prescindiendo incluso de los Estados Generales, una instancia donde se hallaban representados todos los estratos de la sociedad francesa. También sus fuerzas militares, con cierto grado de profesionalismo, constituían otro de los pilares en que se basó su reinado.
Luis XIV de Francia, máximo exponente del absolutismo
Fuente: http://www.opusmusica.comEl caso de Inglaterra es distinto. A la muerte de Isabel I, el trono fue ocupado por Jacobo I, quien, al igual que Luis XIV, estaba convencido de tener derecho divino al trono, pero más que aquel, incluso postuló que hasta el parlamento debía supeditarse a su voluntad, lo que fue rechazado.
Esta disputa se vio complicada con problemas de carácter religioso: Por una parte, los católicos pretendían el restablecimiento de la autoridad papal en Inglaterra y por otra, entre los protestantes surgían nuevos grupos, tales como los puritanos, para quienes resultaba imprescindible purificar a la iglesia anglicana, y los presbiterianos, que querían seguir el modelo de la iglesia calvinista. Algunos puritanos abandonaron Inglaterra y se establecieron en América del Norte.
Carlos I de Inglaterray Oliver Cromwell.
Fuente: http://pintoresfamosos.juegofanatico.cl/van_dyck.htm
Fuente: http://www.historyguide.org/earlymod/cromwell.htmlBajo el reinado del hijo de Jacobo, es decir, Carlos I, la disputa entre la corona y el parlamento hizo explosión. En 1642 estalló la guerra civil y las fuerzas del monarca fueron derrotadas.
El parlamento, influido por Oliver Cromwell, un puritano, juzgó al rey condenándolo a muerte (1649), pena que se cumplió por decapitación. Muerto Carlos I, se proclamó la república y Cromwell asumió como Lord Protector, ejerciendo un gobierno dictatorial y, religiosamente hablando, puritano. A su muerte, se retornó a la monarquía. Carlos II asumió el trono en 1660 y debió aceptar la exclusión de los católicos del parlamento.
Esta determinación creó un serio conflicto a su hermano Jacobo II, quien empezó a reinar en 1685, pues se había convertido al catolicismo, por lo que su heredero había sido bautizado en esa fe. Como esto implicara la perpetuación de una dinastía católica, el parlamento ofreció la corona a Guillermo de Orange, esposo de María, también hija del rey, pero protestante. El matrimonio aceptó la propuesta y llegó a Inglaterra en 1688 y, ante la huída de Jacobo, pudo asumir el trono. A este episodio se le ha dado el nombre de “Gloriosa Revolución”, pues no implicó derramamiento de sangre
En este contexto se aprobó la “Declaración de Derechos” en 1689 por la cual Inglaterra se adelantó a muchas otras naciones europeas en la consecución de las libertades políticas y se estableció la Monarquía con caracteres parlamentarios.
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Una nueva forma de pensar: la ilustración
Una nueva forma de pensar: la ilustración
Con el nombre de Ilustración, se hace referencia a las tendencias intelectuales que imperaron en el siglo XVIII y que buscaban “iluminar” o “ilustrar” al ser humano, en contraste con la “oscuridad” medieval. Se consideraba a la razón como una fuerza iluminadora del hombre, por lo que también se habla de “racionalismo”.
Los precedentes de este movimiento se remontan, según muchos autores, más allá del siglo XVII, incluyéndose entre sus precursores a autores tales como René Descartes, quien planteó la denominada “duda sistemática” o “metódica”, Thomas Hobbes, el autor del Leviathan, obra en la que defiende el materialismo y el utilitarismo y John Locke, quien propiciaba la separación de los poderes del Estado.
Para los ilustrados, la razón es la guía de la humanidad y, por lo tanto, solo se acepta como verdadero aquello que puede ser, racionalmente, demostrado. De lo demás, es decir, de aquello sobre lo que no es posible tener una certeza, no es posible saber si existe o no. Por ello, todo el quehacer humano fue sometido a un análisis crítico. Desde las cuestiones religiosas hasta las políticas, pasando por las ciencias humanas y naturales, nada escapó a las revisiones analíticas.
Algunos ilustrados creían en una religión natural, no revelada por Dios, pues la existencia de un ser superior puede ser racionalmente demostrada; otros, en cambio, fueron ateos.
Otra de las ideas fundamentales de estos pensadores era el cosmopolitismo. Para ellos, el hombre, como ser, era bueno por naturaleza, pero era corrompido por la sociedad. Todos los hombres son, en todos los tiempos, iguales, y por lo tanto las distinciones establecidas por las tradiciones, no son valederas, por cuanto no pueden demostrarse.
En sus postulados, sostenían que solo mediante el estudio científico sería posible desentrañar los misterios de la naturaleza, lo que, además, redundaría en el progreso indefinido de la humanidad, idea esta última, que se mantuvo en plena vigencia hasta las guerras mundiales del siglo XX, cuando se demostró que el desarrollo científico también podía conducir a la autodestrucción del ser humano. Para ellos, la perfección y la felicidad podían ser logradas por los hombres mediante el uso de la razón. El hombre, en su criterio, debía dominar el medio ambiente y además, promover su propio progreso intelectual, pues el conocimiento mejoraría a los hombres en sí mismos.
La difusión de este conjunto de ideas puso a los pensadores ilustrados en conflicto con las monarquías absolutas y con la iglesia, pues no creían en el origen divino del poder de los reyes, y les resultaba más racional la separación de los poderes del Estado que su concentración en manos de un sólo gobernante. Por otro lado, muchas de las creencias y postulados católicos fueron discutidos, especialmente los dogmas, es decir, las verdades de fe, tales como la transustanciación de las especies en la eucaristía. A autores como Voltaire y Jean Jacques Rousseau, ello les valió que sus obras fueran incluidas en el índice de libros prohibidos.
En su libro Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres, Rousseau planteó su idea de que las instituciones sociales habían corrompido a la humanidad y que el “estado natural” era superior, en el plano moral, al estado “civilizado”.En ella también señala, “el primero que cercó un terreno y se le ocurrió decir “esto es mío” y encontró gentes bastante simples que le creyeron, fue el verdadero fundador de la sociedad civil. Cuántos crímenes, guerras, asesinatos, miserias y horrores, se habrían ahorrado al género humano si alguien hubiese gritado a sus semejantes: “No escuchéis a este impostor; estáis perdidos si olvidáis que los frutos pertenecen a todos y que la tierra no es de nadie”.Su obra más conocida es El contrato social, publicado en 1762. En ella, expone la teoría de la soberanía popular como fuente del poder político. En otro de sus escritos, titulado Emilio esbozó sus ideas respecto de la educación, sosteniendo la importancia de la expresión por sobre la represión, para la formación de un ser equilibrado y librepensador. Juan Jacobo Rousseau, exponente de la teoría de la soberanía popular
Fuente: http://perso.orange.fr/dboudin/Rousseau/index.htmlFrançois Marie Arouet, más conocido como Voltaire, cuenta entre sus obras las Cartas filosóficas o Cartas inglesas, editadas en 1734, en las que critica duramente a las instituciones religiosas y políticas de Francia. Redactó también un Ensayo sobre la historia general y sobre las costumbres y el carácter de las naciones (1756), en el que estudia el desarrollo del progreso, adhiere al Deísmo, critica a la religión y especialmente al clero.
Voltaire siempre manifestó rechazo por todo lo que no fuera racional, y aunque desconfiaba del pueblo, fue un duro opositor de la intolerancia, la tiranía y la superstición, además de ferviente partidario de la libertad de expresión.
Charles de Secondat, barón de Montesquieu, desarrolló en su obra “El espíritu de las leyes”, la teoría de la división de los Poderes del Estado en poder ejecutivo, legislativo y judicial. Partidario del sistema político inglés, sus ideas que critican el absolutismo monárquico, servirán de base para el movimiento de independencia de América y la Revolución Francesa.
Denis Diderot, otro ilustrado francés, publicó en 1746 su obra Pensamientos filosóficos, en la que expuso sus ideas en torno al deísmo. Fue uno de los redactores de la Enciclopedia o Diccionario razonado de las artes y los oficios, obra en la que se pretendía compendiar todo el conocimiento humano. Jean le Rond D’ Alembert, un matemático, también colaboró en esta empresa.
Autoevaluaciones
Pregunta Nº 1
¿Por qué razón Portugal llevó la delantera en el proceso de expansión europea, respecto de España?
Portugal tenía dos ventajas importantes sobre España. Por una parte, su costa atlántica había generado una población dedicada a los temas marítimos y, en segundo lugar, era una nación que ya se había conformado como tal, a diferencia de España que se hallaba en pleno proceso de unificación. Adicionalmente, la corona portuguesa, con la acción emprendida por el príncipe Enrique “El Navegante” impulsó decididamente las expediciones exploradoras.
Pregunta Nº 2
¿Cuáles fueron los aportes del humanismo al renacimiento de la cultura greco-latina?
Los principales aportes del humanismo al renacimiento de la cultura greco-latina están en la revaloración de los escritos antiguos y en la revitalización, a través de ellos, de la figura humana como centro de la actividad cultural. Es necesario aclarar, en todo caso, que los humanistas no eran ateos.
Pregunta Nº 3
¿Por qué razón se dice que Leonardo da Vinci era un “hombre universal”?
Se dice que Da Vinci era un “hombre universal”, porque sus inquietudes, conocimientos y habilidades abarcaban diversos campos del quehacer humano, en todos cuales se desenvolvía con un nivel de excelencia. Considerado por muchos el genio más completo de todos los tiempos, fue pintor, ingeniero, escultor, anatomista, inventor, escritor, mecánico, arquitecto, etc., en fin, su figura constituye la síntesis intelectual del Renacimiento.
Pregunta Nº 4
¿Cuál es la principal característica de las monarquías absolutas?
La principal característica de las monarquías absolutas es la concentración del poder en manos del rey, quien no tenía límites en el uso de él. En otras palabras, no existía una constitución (salvo en el caso de Inglaterra), que estableciese algún límite a su accionar.
Pregunta Nº 5
¿Qué importancia atribuían los pensadores ilustrados a la razón?
Para los pensadores ilustrados la razón era un elemento de vital importancia, ya que ella era lo que permitía explicar el mundo y las acciones de los hombres.
Ejercicios
Ejercicio Nº 1
Entre las innovaciones introducidas en la pintura en la época del renacimiento se pueden mencionar:
I. La utilización de nuevas técnicas, como la perspectiva, que daba profundidad a las representaciones gráficas.
II. Un mayor realismo en la composición.
III. Una mayor prolijidad en el tratamiento de la figura humana.
Solo I
Solo II
Solo III
Solo I y II
I, II y III
Todos los elementos mencionados son correctos y se visualizan en las composiciones pictóricas de la época. La perspectiva otorgaba profundidad, acercando la composición mucho más a la realidad. Por otra parte, una de las características más destacadas de la pintura renacentista fue, precisamente, su preocupación por la representación de la figura humana.
Respuesta correcta: Alternativa E.
Ejercicio Nº 2
Entre las consecuencias de la reforma protestante se puede(n) señalar la(s) siguiente(s):
I. Aparición de iglesias nacionales.
II. Ruptura de la unidad religiosa de Europa.
III. Aparición del existencialismo filosófico.
Solo I
Solo II
Solo III
Solo I y II
I, II y III
En este caso, solo las afirmaciones de los números I y II son correctas, ya que aparecen nuevas religiones cristianas pero no católicas y algunas de ellas, como el Anglicanismo, con fuerte sentido nacional. El existencialismo, corriente filosófica indicada en el número III es propio del siglo XX.
Respuesta correcta: Alternativa D.
Ejercicio Nº 3
Características propias del humanismo fueron:
I. La búsqueda de explicaciones sobre el hombre y el mundo fuera de la esfera religiosa.
II. Una valoración de los elementos de la cultura clásica.
III. Una crítica a algunas prácticas en que incurría la iglesia.
Solo I
Solo II
Solo III
Solo I y II
I, II y III
El humanismo es un movimiento que busca la explicación de las conductas y fenómenos más allá de lo religioso, haciendo uso de la razón y con acentuada orientación antropocéntrica; en esencia, revalora la cultura clásica greco-latina imitándola y difundiéndola y cuestiona muchas prácticas religiosas de la época, como lo demuestra, entre otros, Erasmo, uno de los más preclaros humanistas.
Respuesta correcta: Alternativa E.
Ejercicio Nº 4
Entre las características distintivas de la Compañía de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola tras la reforma protestante, se cuenta(n):
I. Un voto de obediencia especial al Papa.
II. La rigurosidad en la formación de sus sacerdotes.
III. Su estricta disciplina religiosa.
Solo I
Solo II
Solo III
Solo I y II
I, II y III
Al igual que en la pregunta anterior, en esta se nos consulta sobre elementos que definen algo, en este caso, a la Compañía de Jesús, la que como hemos visto se caracteriza por la rigurosidad en la formación sacerdotal de sus miembros, su hondo sentido de la disciplina y su especial obediencia al Sumo Pontífice. Es decir, las tres características señaladas en los números I, II y III.
Respuesta correcta: Alternativa E.
Ejercicio Nº 5
Entre las situaciones propias de la iglesia, que influyeron grandemente en la creación de las condiciones que propiciaron el estallido de la reforma protestante se puede(n) mencionar:
I. El Nepotismo y otras formas de corrupción.
II. La pobreza intelectual de muchos sacerdotes y monjes.
III. La decadencia moral generalizada.
Solo I
Solo II
Solo III
Solo I y II
I, II y III
En esta pregunta se nos consulta por aquellos elementos que, actuando dentro de la iglesia católica, prepararon el terreno para el surgimiento de la Reforma Protestante. Por tratarse de factores internos, deben dar cuenta de lo que ocurría al interior de la iglesia y las tres afirmaciones representan esa realidad.
Respuesta correcta: Alternativa E.
Ejercicio Nº 6
En materias políticas, el (los) principal(es) postulado(s) de la Ilustración fueron:
I. La teoría de la soberanía popular.
II. La división de los poderes del Estado.
III. La creación de regímenes totalitarios.
Solo I
Solo II
Solo III
Solo I y II
I, II y III
Efectivamente, los ilustrados pensaban que el origen de la soberanía se encontraba en el pueblo, contrariamente a lo que postulaban las monarquías absolutas, para las que el origen del poder se encontraba directamente en Dios. También eran partidarios de la división de los poderes del Estado (ejecutivo, legislativo y judicial), cuyas relaciones entre sí, y con los individuos, debían ser reguladas por una Constitución. Un régimen totalitario es aquel en el que predomina absolutamente el Estado sobre el individuo, cuestión opuesta al equilibrio anteriormente señalado.
Respuesta correcta: Alternativa D.
Ejercicio Nº 7
La ejecución del rey Carlos I de Inglaterra tuvo un hondo significado político puesto que:
I. Desde entonces, ningún monarca trató de establecer un régimen absolutista.
II. La importancia del parlamento, especialmente de la cámara de los comunes, quedó firmemente asentada.
III. Se adoptó, definitivamente, el régimen republicano.
Solo I
Solo II
Solo III
Solo I y II
I, II y III
La ejecución de un rey no podía ser considerada como un hecho de trascendencia menor, puesto que se trataba de quien encarnaba al gobierno, y evidentemente, tal como ocurriera después en Francia, con Luis XVI, era una situación extremadamente grave y delicada. En esta pregunta, se nos consulta sobre las consecuencias políticas de la ejecución de Carlos I, y entre ellas, solo la afirmación II es correcta, ya que la muerte del rey dio paso al experimento republicano de corto alcance realizado en Inglaterra. Por su parte, la afirmación del número III no es exacta, por cuanto Inglaterra sigue siendo una monarquía.
Respuesta correcta: Alternativa D.
Ejercicio Nº 8
Entre las principales características del movimiento intelectual conocido con el nombre de Ilustración se puede(n) mencionar:
I. La creencia en el progreso indefinido.
II. La utilización de la razón como elemento generador de conocimiento.
III. Cierta tendencia al romanticismo.
Solo I
Solo II
Solo III
Solo I y II
Sólo II y III
En esta pregunta también se nos pide definir los elementos que caracterizan algo, en este caso a la Ilustración. Las afirmaciones de los números I y II concuerdan con la definición de este movimiento que se caracterizaba por proponer el uso de la razón para el análisis de la realidad y que preconizaba la idea del progreso indefinido pues, por medio de la razón el hombre siempre encuentra solución a los problemas, es decir, progresa. El Romanticismo es un movimiento posterior y opuesto al racionalismo.
Respuesta correcta: Alternativa D.
Ejercicio Nº 9
Juan Jacobo Rousseau fue el autor de:
Leviatán.
El Contrato Social.
El Espíritu de las Leyes.
La Enciclopedia.
Cartas Persas.
Esta pregunta es de “conocimiento puro”, es decir, sabemos o no, como se llama la obra más conocida de J. J. Rousseau: Contrato Social.
Respuesta correcta: Alternativa B.
Ejercicio Nº 10
Según las creencias de Martín Lutero y sus seguidores, la salvación del alma del creyente se logra a través de:
La compra de indulgencias.
Las buenas obras.
La fe.
La Lectura de la Biblia.
El agnosticismo.
La venta de las indulgencias fue uno de los factores que hizo estallar la Reforma, pues Lutero la consideraba inaceptable. A su juicio, las buenas obras no aseguran la salvación, tampoco la lectura de la Biblia, pues ambas acciones pueden realizarse sin creer en Dios. Por último, el agnosticismo es una doctrina que cree que el hombre no puede llegar al conocimiento de Dios.
Según Lutero, solo la fe salva al hombre.
Respuesta correcta: Alternativa C.