Ver contenidos
-
Aprendizajes Esperados
Aprendizajes Esperados
- Conocer el desarrollo de los movimientos revolucionarios que dieron vida a una nueva época en la historia del mundo.
- Conocer los principales procesos del siglo XIX vinculados a la idea de imperio, restauración y concreción de los nacionalismos.
- Conocer y comprender las situaciones generadas por la revolución industrial y las respuestas dadas a esa problemática.
-
Revolución Norteamericana
Revolución Norteamericana
George Washington:
Primer Presidente de los
Estados Unidos de Norteamérica.Para entender las razones que llevaron a varios grupos de colonos ingleses establecidos en América del norte a proclamar su independencia y a crear un nuevo país, los Estados Unidos, es necesario realizar previamente algunas consideraciones acerca del sistema colonial en aquella parte del mundo.
Contrariamente al modelo utilizado por España, las colonias inglesas eran independientes entre sí, y cada una generaba sus propias leyes a través de sus propias legislaturas. Así, respecto de su metrópoli, Inglaterra, solo tenían un rey común y se regían por la misma constitución.
En 1763, la corona británica, que hasta ese momento no había instaurado una política imperial, inició una serie de reformas que pretendían acentuar el control sobre aquellos establecimientos. Por medio de una serie de leyes dictadas entre ese año y 1765, prohibió la expansión más allá de los montes Apalaches, gravó productos como el azúcar, y dispuso que las propias colonias debían correr con los gastos originados por la presencia de las fuerzas militares inglesas en ellas.Los nuevos tributos fueron rechazados por los colonos, quienes argumentaban su inconstitucionalidad, pues no los habían aprobado, e indicaban que tal imposición implicaba una seria amenaza a las libertades coloniales.
Otra de las medidas discutidas fue la Ley del Timbre, la que obligaba a realizar un sinnúmero de trámites en papeles sellados, que debían comprarse. Este impuesto indirecto dio origen a la primera instancia de unión entre las colonias, las que se reunieron en un congreso en Nueva York, donde se afirmó el rechazo a tal determinación.
Para los colonos, el parlamento de Londres no podía dictar leyes para las colonias, así como las colonias no podían legislar para Inglaterra o Gales, y como iniciaron un boicot contra los productos ingleses, la corona debió ceder, aunque momentáneamente.
En 1773, la Compañía de las Indias Orientales logró la concesión del monopolio de las exportaciones de té a las colonias. Esto fue rechazado por los colonos, quienes se negaron a descargar las naves que transportaban ese producto e incluso en Boston, disfrazados de indios, asaltaron las embarcaciones y arrojaron el té al mar. Este episodio ha sido conocido como la “Fiesta del té de Boston”.
En 1774, la corona insistió en su posición, mediante lo que los colonos llamaron las “Leyes Coercitivas” o “Intolerables”. Según estas disposiciones, toda la actividad portuaria de Boston debía cesar hasta que no se pagase el valor del té que había sido destruido.
Se dispuso, además, que los juicios en que se vieran involucrados oficiales reales se debían sustanciar en Londres, con lo que, en términos prácticos, se produciría una denegación de justicia.
Mediante otra disposición, se derogó la carta fundacional de Massachusetts, determinando que los miembros de su asamblea legislativa fuesen nombrados, en adelante, por el rey. Lógicamente estas determinaciones fueron rechazadas por los colonos en el Primer Congreso Continental, ocasión en la que, incluso, se decidió promover la formación de milicias propias. El rey Jorge III, por su parte, estaba dispuesto a imponer su voluntad.
Como consecuencia de todo esto, la idea de rebelión se fue difundiendo. Aquellos colonos más radicalizados empezaron a acopiar armas y se produjeron los primeros enfrentamientos con las fuerzas inglesas.
En mayo de 1775, se reunió, en Filadelfia, el segundo congreso continental, en el que se acordó realizar un intento de conciliación, pero también se aprobó otro acuerdo que justificaba la adopción de medidas de fuerza, las que se empezaron a implementar al poco tiempo.
En mayo de 1776, el Congreso recomendó la formación de gobiernos estaduales y en junio, Virginia dictó su propia constitución.
Finalmente, el 4 de julio de 1776 las trece colonias que se habían reunido para enfrentar la política imperial de la corona, proclamaron su independencia. El documento fue redactado por una comisión en la que figuraban Thomas Jefferson, Benjamin Franklin y John Adams. La guerra se prolongó hasta la firma del tratado de paz suscrito en Versalles, en 1783. Posteriormente, en 1789 comenzó a regir su propia constitución, adoptando el sistema federal de gobierno.
La Declaración de la Independencia de los Estados Unidos (Extracto)
4 de julio de 1776Cuando en el curso de los acontecimientos humanos se hace necesario para un pueblo disolver los vínculos políticos que lo han ligado a otro y tomar entre las naciones de la tierra el puesto separado e igual a que las leyes de la naturaleza y el Dios de esa naturaleza le dan derecho, un justo respeto al juicio de la humanidad exige que declare las causas que lo impulsan a la separación.
Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad.
…Por lo tanto, los Representantes de los Estados Unidos de América, convocados en Congreso General, apelando al Juez Supremo del mundo por la rectitud de nuestras intenciones, en nombre y por la autoridad del buen pueblo de estas Colonias, solemnemente hacemos público y declaramos: Que estas Colonias Unidas son, y deben serlo por derecho, Estados Libres e Independientes; que quedan libres de toda lealtad a la Corona Británica, y que toda vinculación política entre ellas y el Estado de la Gran Bretaña queda y debe quedar totalmente disuelta; y que, como Estados Libres o Independientes, tienen pleno poder para hacer la guerra, concertar la paz, concertar alianzas, establecer el comercio y efectuar los actos y providencias a que tienen derecho los Estados independientes.
Y en apoyo de esta Declaración, con absoluta confianza en la protección de la Divina Providencia, empeñamos nuestra vida, nuestra hacienda y nuestro sagrado honor.
-
La Revolución Francesa
La Revolución Francesa
A fines del siglo XVIII Francia atravesaba por una aguda crisis económica, cuya expresión más patente era el gran déficit fiscal originado por los grandes gastos militares y los que ocasionaba la mantención de la numerosa corte real. Su sistema tributario, propio del antiguo régimen, en el que nobles y eclesiásticos estaban exentos de contribuciones, no permitía recaudar los fondos requeridos para enfrentar tal situación.
La sociedad francesa se hallaba dividida en estamentos y las leyes consagraban el privilegio de algunos y la desigualdad social. Esto fue duramente criticado por los pensadores ilustrados, al igual que la política absolutista vigente por largos años. Paulatinamente, se fue formando un ambiente de crítica hacia el sistema político, social y económico imperante. Para enfrentar la crisis económica, el ministro de hacienda de Luis XVI, Turgot, propuso drásticas medidas, tales como una fuerte reducción de los gastos públicos y la supresión de las exenciones tributarias. Estas determinaciones fueron rechazadas y su propulsor se vio obligado a renunciar, siendo reemplazado por Carlos Calonne, quien también propuso reformas fiscales que fueron resistidas. Imposibilitado de cumplir con sus obligaciones financieras, como también de establecer nuevos impuestos o de obtener préstamos, en 1789, el rey decidió convocar a los Estados Generales, que no se reunían desde 1614.
Los Estados Generales eran una instancia de reunión de los tres estamentos de la sociedad francesa: Nobleza, clero y bajo pueblo o estado llano. Cada uno era representado por cerca de trescientas personas, pero al votarse para acordar resoluciones, cada cuerpo de representantes tenía solo un voto. Esto hacía imposible que alguna propuesta del tercer estado fuese aprobada. Al iniciarse la reunión, el bajo pueblo sostuvo que se debería votar cualquier resolución por asistentes, y no por estamento, pero como ello fuera rechazado, optaron, junto a algunos sacerdotes y unos pocos nobles, por constituirse en Asamblea Nacional y juraron no disolver esa reunión hasta no haber dado a Francia una Constitución. El rey aceptó esta situación y dispuso que el resto de los representantes, que aún estaban reunidos en Versalles, se sumaran a la Asamblea.
El descontento por la situación económica era grande y amenazaba con estallar violentamente. Ante esto, Luis XVI ordenó concentrar tropas militares en las cercanías de París, lo que terminó por agotar la paciencia popular, pues se temía que el rey ordenara terminar con la reunión de la Asamblea utilizando aquellas fuerzas, y el 14 de julio se produjo un levantamiento que concluyó con la toma de la Bastilla, prisión que era considerada como el símbolo del despotismo. El alcalde de París fue asesinado y se constituyó un nuevo gobierno municipal. En las provincias, se produjeron hechos similares. • Toma de la Bastilla. 1789
Fuente: http://www.meteored.com/ram/numero6/meteopopulareur.asp
La Asamblea acordó drásticas medidas, entre ellas la abolición de todos los privilegios y derechos de origen feudal. Además, promulgó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, en la que se recogen las ideas ilustradas, destacándose la libertad y la igualdad. En materias económicas, ordenó la confiscación y posterior venta de los bienes eclesiásticos. El clero también fue puesto bajo nuevas normas que determinaban que la iglesia quedaba bajo el control del Estado (Constitución civil del clero).
Aprobados por la Asamblea Nacional Constituyente el 27 de Agosto los siguientes Derechos significan el cambio de una sociedad aristocrática a una sociedad liberal.
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano
(extracto)- Los hombres han nacido, y continúan siendo, libres e iguales en cuanto a sus derechos. Por lo tanto, las distinciones civiles sólo podrán fundarse en la utilidad pública.
- La finalidad de todas las asociaciones políticas es la protección de los derechos naturales e imprescriptibles del hombre; y esos derechos son libertad, propiedad, seguridad y resistencia a la opresión.
- La nación es esencialmente la fuente de toda soberanía; ningún individuo ni ninguna corporación pueden ser revestidos de autoridad alguna que no emane directamente de ella.
- La libertad política consiste en poder hacer todo aquello que no cause perjuicio a los demás. El ejercicio de los derechos naturales de cada hombre, no tiene otros límites que los necesarios para garantizar a cualquier otro hombre el libre ejercicio de los mismos derechos; y estos límites sólo pueden ser determinados por la ley.
- La ley sólo debe prohibir las acciones que son perjudiciales a la sociedad. Lo que no está prohibido por la ley no debe ser estorbado. Nadie debe verse obligado a aquello que la ley no ordena.
- La ley es expresión de la voluntad de la comunidad. Todos los ciudadanos tienen derecho a colaborar en su formación, sea personalmente, sea por medio de sus representantes. Debe ser igual para todos, sea para castigar o para premiar; y siendo todos iguales ante ella, todos son igualmente elegibles para todos los honores, colocaciones y empleos, conforme a sus distintas capacidades, sin ninguna otra distinción que la creada por sus virtudes y conocimientos.
- Ningún hombre debe ser molestado por razón de sus opiniones, ni aun por sus ideas religiosas, siempre que al manifestarlas no se causen trastornos del orden público establecido por la ley.
- Toda comunidad tiene derecho a pedir a todos sus agentes cuentas de su conducta.
- Toda comunidad en la que no esté estipulada la separación de poderes y la seguridad de derechos necesita una Constitución.
Finalmente, en 1791, se promulgó una Constitución que haría de Francia una monarquía constitucional, es decir, se conservaba al rey en el poder ejecutivo, pero se limitaban sus funciones, y el poder legislativo quedaba en manos de una asamblea, cuyos miembros serían reemplazados cada dos años.
No obstante las declaraciones de igualdad, el sistema electoral era censitario, lo que demuestra la importancia que los grupos de altos ingresos tenían en los primeros organismos revolucionarios.
La constitución no logró imponerse, y en 1792, la asamblea legislativa fue clausurada. Desde ese año, y hasta 1795, Francia fue gobernada por una Convención.
Ante las innovaciones, muchos nobles, entre ellos el mismo Luis XVI, habían iniciado su huida fuera del país, pero el rey fue sorprendido en el camino y devuelto a París. Al poco tiempo, fue acusado de traición ya que sus intenciones habrían sido conseguir ayuda militar extranjera para restablecer su dominio sobre los franceses. Luego de ser juzgado, fue ejecutado (1793). La monarquía fue abolida y se proclamó la república. Los monarcas vecinos, temerosos de la propagación de este movimiento a sus reinos, invadieron Francia. La situación se tornaba cada día más compleja y al interior de la convención se formaron dos grupos de opinión, uno más bien moderado, que recibió el nombre de “girondinos”, y otro más radicalizado, los “jacobinos”.
Como un modo de evitar el colapso, se entregó el poder al Comité de Salubridad Pública, que fue presidido por Maximiliano Robespierre, un jacobino que impuso un verdadero régimen del terror para liquidar cualquier intento contrarrevolucionario. Paralelamente, se establecieron los tribunales de la revolución, en los que muchas veces se juzgó arbitrariamente. Se aprobó una nueva constitución, esta vez republicana, pero ella no logró paralizar la política de Robespierre, lo que sí pudieron hacer los éxitos militares que se obtuvieron. Seguras las fronteras, no había necesidad de mantener la dictadura. Robespierre murió como muchos de sus opositores, reales o supuestos, en la guillotina.
En 1795 se disolvió la convención y el poder ejecutivo quedó en manos del Directorio, pero su gestión no fue tan eficaz como las condiciones políticas y económicas lo exigían. En 1797, se realizaron elecciones parlamentarias y el resultado sorprendió, por cuanto resultaron electos un gran número de simpatizantes de la monarquía. Entonces, el Directorio decidió anularlas, para lo cual contó con la ayuda de un exitoso general, Napoleón Bonaparte quien, en 1799, se tomó el poder, creando un nuevo ejecutivo, el Consulado.
Se dictó una nueva constitución, pero el poder quedó en manos del primer cónsul, es decir, Bonaparte, quien ya había iniciado el camino que lo llevaría a convertirse en emperador.
• Autocoronación de Bonaparte
Fuente: http://www.napoleon.org/en/essential_napoleon/key_painting/premier_empire.asp
Aprovechando los mejores elementos monárquicos y conservando las conquistas de la revolución, Napoleón supo restablecer un gobierno fuerte y eficiente, que logró controlar la inflación que afectaba a la economía, reformó el sistema tributario, idea que si bien se había decretado, no se había llevado a la práctica, y dictó un Código Civil que consagraba, en términos prácticos, la igualdad ante la ley. Todo esto le granjeó una gran popularidad, la que, a su vez, le sirvió de base para su paso más atrevido: Terminar con el directorio y establecer un imperio. En 1804, se autocoronó en presencia del Papa.
Curiosamente, el desarrollo de la revolución condujo al establecimiento de otra forma de gobierno monárquico.
El imperio napoleónico se caracterizó por las acciones militares, puesto que fue necesario enfrentar a varias monarquías europeas coaligadas.
Pese al gran número de enemigos de Francia, y a la formación de alianzas en las que el imperio era la cabeza, el mayor enemigo era Inglaterra, la que con su poderío naval paralizaba cualquier intento de invasión por parte de Francia. Bonaparte, entonces, pretendió asfixiar la economía inglesa y para ello estableció, en 1806, una prohibición de comercio con la isla a todos los países aliados y controlados por Francia. Este es el origen de la invasión napoleónica a España y Portugal.
En 1812, Rusia e Inglaterra, a quienes posteriormente se agregaron Prusia y Austria, se aliaron contra Bonaparte, quien atacó al primer país mencionado, llegando hasta las puertas de Moscú. Pero el famoso invierno ruso entró en escena y Napoleón debió ordenar la retirada. Se ha calculado que perdió cerca del 80% de sus fuerzas. Esta campaña marcará el inicio de su derrota definitiva. En 1813, fue abatido en la batalla de Leipzig (también conocida como “Batalla de las Naciones”). Al año siguiente, los aliados ocuparon París y Napoleón se vio obligado a abdicar y fue enviado prisionero a la isla de Elba, de donde logró escapar para retornar a Francia y recuperar el poder, el que pudo mantener por un corto tiempo, (“Los Cien Días de Napoleón”), hasta que fue finalmente derrotado en Waterloo (1815) y enviado a la isla de Santa Elena, donde murió en 1821.
-
Restablecimiento del antiguo régimen. Liberalismo y Nacionalismo
Restablecimiento del antiguo régimen. Liberalismo y Nacionalismo
Los vencedores de Napoleón, a instancias del canciller austriaco, príncipe de Metternich, se reunieron en el Congreso de Viena para ver la forma de restaurar el antiguo régimen. En Viena, se establecieron dos principios fundamentales para esa labor: El equilibrio en las relaciones entre las naciones y la legitimidad de los gobernantes. De acuerdo a esto, debía evitarse que en Europa apareciera una potencia capaz de imponer su dominio sobre las otras y se debía restituir en el poder, a las antiguas casas reinantes.
Como resultado de las ideas anteriores, el mapa europeo fue profundamente alterado, determinándose varios traspasos territoriales, y los antiguos reyes, o sus herederos, en caso de muerte (como ocurrió en Francia), volvieron a ocupar sus tronos. El acuerdo más significativo que se alcanzó en el Congreso de Viena fue la creación de la Santa Alianza, un entendimiento político por el cual los monarcas se comprometían a asegurar la religión, la paz y la justicia, definiéndose como padres de sus súbditos y que obligaba a los firmantes a intervenir militarmente cuando uno de esos estados se viera amenazado por insurrecciones liberales, tal como ocurrió en 1822 cuando se decidió la intervención de Francia en España, cuyo rey, Fernando VII, había sido sobrepasado por los liberales, (sistema intervencionista de Metternich).
Este sistema de intervención mantuvo su vigencia hasta la independencia de Grecia, puesto que los griegos, cristianos, luchaban contra los turcos, infieles.
El liberalismo no desapareció tras la revolución francesa. Muy por el contrario, siguió teniendo manifestaciones de importancia. En 1820, hubo rebeliones de este carácter en España, Alemania, Italia y Francia. Diez años más tarde, la revolución se presentó en Francia, cuando el rey Carlos X pretendió restablecer el absolutismo. Durante tres días (26 al 28 de julio) las calles de París fueron testigo de la lucha y de la derrota de las tropas reales. Se estableció una nueva monarquía, de orientación liberal y encabezada por Luis Felipe de Orleans. En Bélgica, también se produjo un alzamiento de corte nacionalista, destinado a terminar con la tuición holandesa, el que concluyó con la independencia de éste país.
En Polonia, país controlado por Rusia, también estallaron movimientos nacionalistas, llegándose incluso a proclamar la independencia. Sin embargo, el movimiento fue controlado.
El año 1848 fue testigo de una nueva oleada revolucionaria, destacándose el caso de Francia, donde Luis Felipe de Orleans fue derrocado para, posteriormente, ser proclamada la Segunda República. En las elecciones realizadas con posterioridad, Luis Napoleón Bonaparte, sobrino del difunto emperador, resultó electo. Un tiempo después, un intento de golpe en su contra le permitió proclamar el Segundo Imperio, que se extenderá desde 1852 a 1870.
Junto al liberalismo, actuaba otra fuerza, el nacionalismo, idea que contribuyó a la formación de nuevos estados, tal como ocurrió en Italia y Alemania, territorios de los que si bien es perfectamente posible decir que existía una nacionalidad determinada, no existía un Estado nacional.
• Unificación italiana
Italia se hallaba dividida en 7 estados independientes: El Reino Sardo Piamontés, único gobernado por italianos, los Estados pontificios, el reino de las dos Sicilias, el reino Lombardo-Veneciano, dominado por Austria, y los ducados de Parma, Módena y Toscana en manos de príncipes austríacos.
Los primeros intentos independentistas en el reino lombardo-veneciano datan de 1820, pero fueron sofocados por los austriacos. Los derrotados iniciaron una suerte de análisis de las razones de su fracaso y advirtieron que se debía a la falta de una conciencia nacional, por lo que orientaron sus esfuerzos intelectuales en esa dirección, teniendo como elemento aglutinante la antigua grandeza romana. Se empezó a hablar del “resurgimiento”, movimiento nacionalista en el que jugó un papel destacado José Mazzini. Un nuevo intento, realizado entre 1848 y 1849 también fracasó.
Puede decirse que el verdadero inicio del movimiento de unificación se dio en el reino Sardo-Piamontés, con la acción emprendida por el rey Víctor Manuel II y su ministro Camilo Benso, conde de Cavour, quienes lograron la modernización del país, sanearon sus finanzas, reorganizaron los aparatos administrativos y dieron vida a un ejército, junto al cual actuarían los “camisas rojas”, una milicia encabezada por José Garibaldi. Todo esto tenía por finalidad atraer inversiones y estrechar lazos, principalmente con Francia, lo que se formalizó en 1858.
La primera etapa de la unificación fue la incorporación de Lombardía, a la que siguió la de los ducados, cuyos habitantes, tras derrocar a sus gobernantes, decidieron incorporarse a Cerdeña. Mientras tanto, Garibaldi triunfaba en Nápoles y Sicilia.
En 1861 un congreso, al que asistieron representantes de todos los territorios, dio a Víctor Manuel el título de rey de Italia. Faltaban los territorios controlados por Austria, y la guerra que este país sostenía con Prusia proporcionó la ocasión precisa para que los italianos ocuparan la región del Véneto ante la derrota de Austria en Sadowa. Roma, finalmente, fue ocupada en 1870.
Los Estados Pontificios, por su parte, fueron incorporados con la resistencia papal, lo que dio inicio a la llamada “cuestión romana” que sólo se resolvió en 1929 cuando Mussolini firmó con Pío XI el Tratado de San Juan de Letrán que permitió la creación del Estado del Vaticano.
• Unificación de Alemania
El caso de Alemania es similar. En 1815 existían 39 estados que formaban la Confederación Germánica. De ellos, Prusia y Austria eran los más importantes. Las figuras centrales de este proceso fueron el emperador de Prusia, Guillermo I y su canciller Otto von Bismarck. En 1834 los estados del norte de Alemania habían formado el Zollverein, una unión aduanera que, en cierto sentido, fue un paso hacia la unidad.
La primera etapa de la unificación alemana fue la guerra contra Dinamarca por los ducados de Schleswig y Holstein, los que, dentro de la estructura política danesa, gozaban de cierta autonomía que se pretendió alterar en 1864 y convertirlos en provincia. Austria y Prusia reaccionaron y combinando sus fuerzas, lograron triunfar, quedando los ducados bajo una administración compartida. Este hecho fue, a la larga, el inicio de una segunda etapa. En 1866, pretextando una mala administración austriaca, Bismarck inició una guerra en la que las armas prusianas resultaron victoriosas. Bajo la dirección de Prusia, se conformó la Confederación de la Alemania del Norte y se excluyó a los austríacos.
El fortalecimiento de Prusia, resultado de todo este proceso, inquietaba a Francia, la que se alarmó más aun con la candidatura de Leopoldo de Hohenzollern al trono español. Las relaciones entre Napoleón III y Guillermo I se complicaban cada vez más hasta que, en 1870, el primero declaró la guerra. La victoria prusiana que además contó con los Estados del sur de Alemania, fue aplastante. Guillermo fue proclamado emperador de Alemania, ahora unida en un solo Estado.
-
Revolución industrial y las nuevas ideas sociales
Revolución industrial y las nuevas ideas sociales
Revolución industrial y las nuevas ideas sociales
Bajo el nombre de Revolución Industrial se comprende una serie de tres revoluciones parciales que, iniciándose a mediados del siglo XVIII, terminaron por alterar profundamente el carácter de la sociedad europea. - La introducción de maquinaria a los procesos productivos industriales es el hito más destacado de la revolución tecnológica. Con ella, se aumentó considerablemente el ritmo de la producción de bienes manufacturados, y también su volumen.
- En forma paralela, se producía la Revolución Agrícola, que se caracterizó por la utilización de nuevas técnicas, tales como la rotación de cultivos, el manejo científico de especies ganaderas y la mecanización de ciertas labores, todo lo que redundó en un incremento de los rendimientos.
- Por último, encontramos a la “revolución demográfica”. La mayor disponibilidad de alimentos mejoró las condiciones generales de alimentación y, paralelamente, los avances de la medicina tendieron a marcar una disminución en las tasas de mortalidad, especialmente en la infantil. Resultado de esto, fue un notorio crecimiento de la población europea que pasó, de los 187 millones que se han calculado para 1800, a unos 400 millones en 1900.
Los efectos de todo esto se manifestaron en campos muy distintos. Por un lado, las potencias europeas que se industrializaban empezaron a buscar territorios que les pudieran proveer de las materias primas necesarias y que, al mismo tiempo, pudieran convertirse en mercados para colocar su producción. Los requerimientos descritos llevaron al desarrollo de una política exterior imperialista y expansionista, que se hizo sentir en todo el mundo, pero especialmente en África y Asia.
Por otra parte, empezaron a desarrollarse una serie de problemas de carácter social. La migración campo-ciudad se hizo evidente, y los nuevos contingentes humanos que arribaban a las urbes venían, en definitiva, a engrosar las grandes cantidades de cesantes que había originado la introducción de maquinarias en las industrias. Todo ello conllevaba una presión sobre los salarios, los que tendían a reducirse debido a la gran oferta de mano de obra. Esto, a su vez, provocó que mujeres y niños se vieran forzados a emplearse por bajos sueldos para ayudar al sostenimiento de sus familias. Se desencadena la llamada “Cuestión Social”.
Importante de destacar es la realidad laboral de la época, que se caracteriza por la ausencia total de todas las condiciones y garantías que hoy son comunes. No existían los contratos de trabajo, las jornadas laborales se podían extender por doce o más horas, no se contaba con sistemas de previsión y de salud, no existían los salarios mínimos y, en general, ninguna normativa que velase por los intereses de los trabajadores.
Las huelgas eran ilegales y cuando se producían eran violentamente reprimidas. A todo ello se sumaban los problemas derivados de la gran concentración humana en las ciudades, tales como el hacinamiento y las malas condiciones de higiene, lo que facilitaba la propagación de enfermedades.
Las realidades sociales generadas por la revolución industrial provocaron la aparición del movimiento obrero en Inglaterra, desde donde se propagó al resto de Europa. Clandestinamente, se formaron los primeros sindicatos por especialidad (Trade Unions), que solo fueron reconocidos en 1825. Los sindicatos tenían por finalidad lograr una serie de mejoras en las condiciones laborales (horarios de trabajo, remuneraciones, etc.), pero al poco tiempo incluyeron reivindicaciones políticas, como el sufragio universal. Aparecieron nuevas corrientes de pensamiento como el marxismo. Carlos Marx, un filósofo alemán, redactó junto a Federico Engels, el Manifiesto Comunista, donde afirmaron que los problemas sociales eran consecuencia de la lucha entablada entre una clase dominante (la burguesía) y una clase dominada (el proletariado). Marx complementó estas ideas en otra obra, El capital. En términos generales postulaba una interpretación económica o materialista de la historia, cuyo fundamento es, a su juicio, la economía: Las ideas y las actuaciones de los grandes hombres dependen de las circunstancias económicas. Así, la historia era la historia de la lucha de clases entre propietarios y desposeídos, la que concluiría con el establecimiento de la dictadura del proletariado, etapa en la que se iniciaría la construcción de una sociedad sin clases.
Años más tarde, casi al finalizar el siglo XIX (encíclica Rerum Novarum, del Papa León XIII, publicada en 1893), aparecerían las primeras manifestaciones formales de la Doctrina Social de la Iglesia, un conjunto de principios que fijan la posición de la Iglesia Católica ante la cuestión obrera, destacando la idea de cooperación entre patrones y obreros.
Autoevaluaciones
Pregunta Nº 1
¿Cuáles fueron los principales motivos del estallido de la revolución norteamericana?
La influencia de la ilustración con sus ideas de libertad e igualdad, la madurez y autonomía a la que habían llegado las 13 colonias, la aplicación de una nueva política colonial por parte de la corona británica considerada inconstitucional e injusta por los colonos y, puntualmente, el problema de los impuestos, que generó los hechos más inmediatos.
Pregunta Nº 2
¿Por qué los Estados Unidos optaron por el sistema federal para su organización política, después de la independencia?
Una vez lograda su independencia de Gran Bretaña, las colonias optaron por el sistema federal de gobierno, por cuanto este era el que más se acomodaba a su realidad. Eran trece estados independientes que se habían unido, pero que deseaban mantener ciertos grados de autonomía dentro del nuevo país que estaban formando, y eso solo lo podrían conseguir utilizando ese “modelo” de organización política.
Pregunta Nº 3
¿Cuáles eran las principales fuerzas opositoras a la Revolución Francesa?
Las principales fuerzas opuestas al curso que adoptaba la revolución francesa pueden dividirse en dos grupos. El primero, más bien interno, propio del país galo, está conformado por aquellos sectores que se oponían a las modificaciones que se llevaban a cabo, porque las consideraban atentatorias contra su status, es decir, fuerzas más conservadoras. El segundo es el conformado al exterior de Francia, por las monarquías absolutas, temerosas de la propagación de las ideas liberales, especialmente tras la muerte de Luis XVI.
Pregunta Nº 4
¿Qué rol jugó el nacionalismo en los procesos de unificación de Italia y Alemania?
El nacionalismo jugó un rol decisivo en esos dos procesos de unidad, dado que los habitantes de Italia, independientemente del Estado del que formaran parte, compartían una misma lengua, una misma cultura, es decir, conformaban una misma nación y, por consecuencia, lo lógico era que se unieran. Lo mismo ocurría en los distintos estados alemanes.
Pregunta Nº 5
¿Por qué razón surgieron los sindicatos en el siglo XIX?
La razón del surgimiento de los sindicatos, como formas de organización de los trabajadores estriba fundamentalmente en las condiciones en que debían desarrollar su trabajo y en la aplicación del liberalismo económico, opuesto a toda intervención estatal en materias laborales. Por ello, surgieron estas formas de asociación destinadas a obtener mejorías en sueldos y otras materias, tales como la previsión social.
Ejercicios
Ejercicio Nº 1
En el desarrollo de la revolución de independencia de los Estados Unidos, los colonos reclamaron constantemente contra los nuevos tributos que la corona trataba de establecer, fundamentalmente porque:
I. No habían sido consultados para su imposición.
II. Les generarían graves problemas económicos.
III. Creían que eran excesivamente onerosos.
a) Sólo I
b) Sólo II
c) Sólo III
d) Sólo I y II
e) Sólo II y III
En esta pregunta, solo la afirmación contenida en el número I es verdadera. Si bien lo dicho en los números II y III puede ser consecuencia del establecimiento de nuevos tributos, los colonos no reclamaban argumentando esas situaciones. Para ellos, lo fundamental era que se habían establecido sin su consentimiento, lo que era inconstitucional.
Respuesta correcta: Alternativa A.
Ejercicio Nº 2
¿Cuál de las siguientes opciones identifica el estilo de gobierno y la constitución del Estado que se dio EE EU después de lograda su independencia?
a) Monárquico y Representativo.
b) Democrático y Federal.
c) Autoritario y Expansionista.
d) Republicano y Unitario.
e) Conservador y Centralizado.
El sistema de gobierno adoptado por Estados Unidos desde su instauración independiente es democrático y la constitución es de tipo federal, por lo que cada Estado tiene sus propias leyes, salvo en materias de interés general, sujetas a normas comunes.
Respuesta correcta: Alternativa B.
Ejercicio Nº 3
Maximiliano Robespierre encabezó un gobierno que ha sido conocido como “Régimen del Terror”. La aplicación de este tipo de acciones tenía como finalidad:
I. Lograr el afianzamiento del movimiento revolucionario.
II. Contener los esfuerzos de los grupos contrarrevolucionarios.
III. Lograr la imposición de la Constitución de 1791.
a) Sólo I
b) Sólo II
c) Sólo I y II
d) Sólo II y III
e) Sólo I y III
El “Régimen del Terror” tenía por finalidad afianzar el desarrollo del movimiento revolucionario, contra el que se manifestaban, al interior de Francia, varios grupos conservadores y, por lo tanto, contrarrevolucionarios. La Constitución de 1791, que rigió brevemente mientras Francia fue una Monarquía Constitucional, deja de regir durante la Republica.
Respuesta correcta: Alternativa C.
Ejercicio Nº 4
Los principios que guiaron el accionar de las monarquías europeas en el Congreso de Viena fueron:
a) Equilibrio y legitimidad.
b) Liberalismo y mercantilismo.
c) Equilibrio y nacionalismo.
d) Fisiocratismo y equilibrio militar.
e) Ninguna de las anteriores.
La revolución francesa y el imperio napoleónico habían generado profundas transformaciones en el mapa europeo y también alterado el gobierno de varias naciones, estableciendo nuevos reyes, muchos de ellos, parientes del propio Bonaparte. La idea central en el Congreso de Viena fue el restablecimiento del antiguo orden, lo que implicaba restaurar a las monarquías tradicionales y lograr un equilibrio en Europa a fin de evitar nuevos episodios bélicos.
Respuesta correcta: Alternativa A.
Ejercicio Nº 5
Una de las características más importantes de la historia política de Francia post napoleónica durante el siglo XIX fue la:
I. Inexistencia de revueltas populares.
II. Aplicación del federalismo.
III. Variados sistemas de gobierno.
a) Solo I
b) Solo II
c) Solo III
d) Solo I y II
e) I, II y III
En esta pregunta se consulta por una de las características más notorias de la historia política de Francia, tras el imperio napoleónico. Ahora bien, existieron revueltas populares, baste recordar los movimientos de 1830 y 1848. El federalismo nunca se ha aplicado en Francia. Sí hubo variados sistemas de gobierno, entre ellos, monarquías, la segunda república y un segundo Imperio.
Respuesta correcta: Alternativa C.
Ejercicio Nº 6
El principal gestor de la unificación de Alemania fue:
a) Cavour
b) Bismarck
c) Von Moltke
d) Von Clausewitz
e) Ninguna de las anteriores
El gestor de la unificación alemana fue Bismarck. Von Clausewitz fue un general prusiano, teórico de la ciencia militar, Von Moltke ayudó a la unificación, dirigiendo importantes acciones militares y Cavour es el responsable de la unidad italiana.
Respuesta correcta: Alternativa B.
Ejercicio Nº 7
Entre los postulados expuestos en el Manifiesto Comunista se encuentra la idea de que la historia del hombre ha estado marcada por:
a) El paulatino ajuste de las instituciones.
b) La lucha de clases.
c) La creciente aplicación del liberalismo.
d) La religiosidad.
e) Ninguna de las anteriores.
Para Carlos Marx y Federico Engels, y obviamente para los seguidores de su pensamiento, la historia de la humanidad siempre ha estado marcada y motivada por la lucha de clases, es decir, el conflicto entre los poseedores de los medios de producción y los trabajadores.
Respuesta correcta: Alternativa B.
Ejercicio Nº 8
La realidad de los obreros tras la revolución industrial se caracterizó por:
I. Largas jornadas de trabajo.
II. Ausencia de contratos de trabajo.
III. Carencia de sistemas de previsión social.
a) Solo I
b) Solo II
c) Solo III
d) Solo I y II
e) I, II y III
En este caso, las tres afirmaciones son correctas y están asociadas a situaciones de injusticia y problemática obrera, constitutivas de la llamada “cuestión social”. Entre ellas, cabe destacar el trabajo de los niños, la inseguridad laboral, la falta total de expectativas, la carencia de educación, la inexistencia de organización sindical, la falta de viviendas, los problemas de salud, etc.
Respuesta correcta: Alternativa E.
Ejercicio Nº 9
El proceso conocido como “Revolución Industrial” se caracterizó por:
I. La tecnificación de los procesos productivos.
II. Un aumento en la producción agrícola.
III. Una disminución de la producción industrial.
a) Solo I
b) Solo II
c) Solo I y II
d) Solo II y III
e) I, II y III
La “revolución industrial” consistió, básicamente, en una revolución tecnológica (introducción de maquinaria y consecuente aumento de la producción), una revolución agrícola (aumento de producción) y la revolución demográfica. En consecuencia, se descarta solamente la afirmación contenida en el número III.
Respuesta correcta : Alternativa C.
Ejercicio Nº 10
Puntos de coincidencia entre la revolución norteamericana y la revolución francesa son:
I. La influencia de la Ilustración.
II. La afirmación de la existencia de los derechos del hombre.
III. La religiosidad que impulsó a ambas.
a) Solo I
b) Solo II
c) Solo III
d) Solo I y II
e) Solo I y III
En esta pregunta, la afirmación que se descarta es la contenida en el número III. En efecto, ambas revoluciones contaron con un “sustento” filosófico en la ilustración, y ambas afirmaron la existencia de los derechos del hombre, entre ellos los referidos a su participación en el gobierno. La religiosidad no jugó un rol determinante en ellas.
Respuesta correcta : Alternativa D.